A escala personal, cada persona dispone de una serie de habilidades y conocimientos que la convierten en un/a profesional único/a. La forma en que estas cualidades contribuyen en su desarrollo o desempeño dentro de una empresa permite determinar que "impacto" tiene su talento.

Esa marca que se deja contribuye de forma significativa en el entorno empresarial, la productividad y las relaciones con el equipo.

¿Qué elementos forman parte de la “huella” de talento?

Fortalezas. El autoconocimiento es una de las claves para reconocer esta “huella”. Reconocerlas y aceptarlas ayuda en el desarrollo continuo de cada profesional. De igual forma, identificar y asumir las propias debilidades, es también un recurso esencial para poder transformar cada limitación en una nueva fortaleza.
Motivación. Hoy en día, términos como liderazgo resuenan con fuerza. Empezar por el desarrollo de la automotivación, puede ser el primer paso para crear oportunidades de valor. Participar y fomentar en un entorno donde la motivación esté presente permite impulsar el potencial, inspirar y dejar una marca positiva alrededor.
Adaptabilidad. Sin duda es una de las habilidades más reclamadas en el mercado laboral actual. Disponer de una alta flexibilidad y capacidad para adaptarse a cada entorno o actividad es determinante para poder progresar y fortalecer el talento.
Autenticidad. Cada persona dispone de unas cualidades que la convierten en auténtica. Ser fiel a uno/a mismo/a y reconocer el talento único aporta autenticidad a tu trabajo. Desde los valores hasta el conocimiento, todo influye en la “huella” que se deja a nivel profesional o personal. La búsqueda de tu valor diferencial puede ser la clave para aumentar el impacto positivo.

Para ayudar a identificar las propias fortalezas, analizar las debilidades y optimizar la gestión que se hace del talento para aprovechar cada oportunidad de crecimiento profesional.

¿Cómo medir tu "huella" de talento"?

Entender el "rastro" que deja tu talento puede servirte a ti o a tu organización a reconocer el valor de tu trabajo, aumentar tu productividad o mejorar tu satisfacción laboral. Veamos algunas recomendaciones:

Hacer uso de la autoevaluación puede servirte de prueba para estudiar tu rendimiento.
Las evaluaciones 360º dentro de las compañías, donde la retroalimentación juega un papel crucial, permite recopilar opiniones de interés y feedback del equipo o responsables que ayuden a determinar aspectos relevantes sobre tu desempeño y habilidades.
Poner a prueba tu talento con simulaciones o tests también puede contribuir en el reconocimiento de tu potencial.
Participar en programas de desarrollo puede ser otro recurso adecuado para medir tu eficacia.

Tanto el autoconocimiento como los indicadores de desempeño dentro de la empresa son determinantes para identificar y reconocer el mejor talento. El impacto y legado que se deja como profesional no es solo un elemento que favorece al trabajo. Potenciar tu “huella” de talento es un recurso que puede aportarte grandes beneficios tanto a escala personal como laboral. Reconocerla y desarrollarla es esencial para construir un futuro que se adapte y cumpla con tus expectativas, pero, sobre todo, que te aporte el bienestar que buscas.

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Autora: Érika Pérez

Imagen: www.freepik.es

La “huella” de talento