Este concepto nos refiere al "saber hacer" o "saber cómo" de una empresa. En el ámbito empresarial, este activo intangible agrupa los conocimientos o estrategias de la empresa, con la intención de diferenciarla y dirigirla hacia el éxito. Este conjunto de experiencias que hacen a la organización destacar, permiten establecer una práctica y metodología concreta que ofrezca determinadas y específicas habilidades para posicionarse por encima del resto de competidores. En este sentido, es importante tener en cuenta los siguientes detalles:

 
  • Secreto

La información que contiene ha de limitarse al ámbito de la organización, permitiendo reservar sus beneficios a la propia empresa y evitando que aquello que les hace "especiales" llegue a la competencia. En este sentido, para transmitir este conocimiento se recurre a las capacitaciones, contratos, manuales, base de datos, etc.

 
  • Beneficio

Los conocimientos que el know-how contempla han de ser de interés empresarial y favorecer al negocio. Es decir, aportar algún tipo de beneficio a la organización en relación con su producto, servició, sistema de trabajo, etc.

 
  • Ventaja

La ventaja que representa frente al resto de la competencia es su principal garantía. Por lo tanto, es relevante su intención de proporcionar poder y capacidades superiores a la compañía.

 

Gracias a este concepto, la empresa es capaz de adquirir una serie de recursos y herramientas que impulsan su sistema de trabajo, permitiendo el correcto funcionamiento de la organización en diferentes ámbitos:

 
  • Desarrollo de negocio

Un buen know how proporciona a la empresa la capacidad de gestionar de forma adecuada los medios de que dispone, respaldando la compañía con un método bien estructurado, dirigido y planificado a mejorar e impulsar su productividad

 
  • Comunicación

Mantener una buena comunicación y relación, tanto a nivel interno como externo, es clave en cualquier negocio. Las relaciones comerciales con los diferentes actores que intervienen en la actividad empresarial contribuyen al buen funcionamiento de toda la organización. La gestión de equipos, la relación con proveedores o la interacción con el cliente, han de desarrollarse de manera dinámica y saludable. La implicación del know how en este terreno, ayuda a que el valor diferencial de la organización permita un trabajo en coherencia y equilibrio con los objetivos de la compañía.

 
  • Resolución de problemas

Tener un conocimiento del sector es imprescindible para la previsión de riesgos. Disponer de un know how centrado en la experiencia y el ámbito de actuación de la empresa, permite identificar y establecer planes de gestión y control de incidencias. Todo ello atiende a la administración y previsión de los riesgos optimizando cualquier respuesta de la empresa.

 
  • Calidad

La diferenciación y posicionamiento efectivo dentro del mercado puede traducirse en sinónimo de calidad. El “saber hacer” de la empresa permite establecer unas normas, estrategias y bases que aporten a su producto o servicio la capacidad de ofrecer una constante fuente de estándares de calidad.

 

En conclusión, el uso adecuado de este concepto puede marcar la diferencia dentro del mercado. Definir e implementar el “saber hacer” o know how de nuestra empresa es una acción esencial para que la organización aumente su productividad, mejore su gestión de equipo i defina una estrategia de negocio eficaz y competitiva. Por ello, para que cualquier marca sea reconocida y pueda establecerse en la mente del consumidor de manera efectiva, es necesario que cada empresa potencie e impulse el conocimiento y aprendizaje sobre ella misma.

 

Autora: Érika Pérez

Imagen: www.freepik.es

Know-how empresarial: la clave para diferenciarse