Según Deck, se pueden identificar dos tipos de mentalidades. Mientras que la mentalidad fija o "fixed mindset" hace creer a la persona que su inteligencia tiene un límite y es incapaz de desarrollarla o mejorarla, la mentalidad de crecimiento influye en la actitud de las personas, predisponiéndolas al aprendizaje y al aumento de su rendimiento.

En este sentido, incorporar una actitud enfocada en el "growth mindset" puede generar grandes beneficios tanto a nivel individual como en el equipo dentro de la empresa.

Veamos algunos ejemplos:

Fracaso vs Oportunidad

El fracaso es una variable presente durante muchos proyectos. Hasta la empresa de mayor éxito puede experimentarlo durante su trayectoria. Sin embargo, una mentalidad focalizada en el crecimiento es capaz de transformar un error en una oportunidad de progreso.

Comodidad

Las críticas son parte también esencial de cualquier equipo, por ello, aprender a gestionarlas de forma eficiente es esencial para crear un entorno saludable. El “growth mindset” permite afrontar cualquier tipo de feedback constructivo como una oportunidad de mejora.

Positividad

Sin duda, este concepto es clave para mantener la motivación activa. Enfocarse en el crecimiento permite identificar cualquier debilidad sin rechazarla, considerando la valoración de los resultados de una forma positiva.

Confianza

La autoestima es determinante, tanto a nivel personal como profesional. En este caso, una mentalidad de crecimiento permite fomentar las habilidades, generando una autopercepción positiva y apoyando el impulso en el terreno laboral.

Atracción

La combinación entre positividad y confianza, mencionadas anteriormente, permiten incrementar la percepción propia. Esto contribuye a canalizar una imagen de eficiencia hacia el exterior, reflejando una actitud emprendedora y motivadora capaz de conectar con personalidades con rasgos similares.

Estas son sólo algunas de las ventajas que transformar tu mentalidad puede aportarte. Pero ¿Cómo empezar a desarrollar esta nueva forma de pensar?

Analiza y evalúa tu actual mentalidad, definiendo si tiende hacia la negatividad y reconociendo tus debilidades y fortalezas.
Busca el feedback de tu equipo para determinar cuáles son tus principales áreas de mejora.
No tengas miedo de afrontar nuevos retos profesionales, ya que pueden representar una ocasión única de implementar esta nueva capacidad de pensamiento.
El aprendizaje continuo también puede convertirse en un gran aliado, contribuyendo a fomentar tu confianza y autoestima.

Adquirir métodos que ayuden en tu carrera profesional puede evitar tu estacionamiento laboral, aportarte nuevas oportunidades o mejorar tu actual posición. La base de todo cambio empieza por tu actitud. En tu mano esta seguir en una línea fija que no te permite avanzar o adquirir nuevas prácticas que den un empujón a tu futuro profesional.

¿Qué opinas? ¿Estás preparad@ para una mentalidad de crecimiento? ¡Esperamos tu opinión!

Autora: Érika Pérez

Imagen: www.freepik.es

Growth mindset y el impulso profesional