En este sentido, la empatía laboral juega un papel fundamental. Esta habilidad de comprensión de las emociones o sentimientos de las personas con las que compartimos terreno profesional, puede ayudar a construir relaciones sólidas y positivas capaces de contribuir en productividad, pero también en colaboración y motivación.

Cultivar la empatía laboral en cualquier entorno de trabajo, resulta esencial para fomentar aspectos como la ética, la igualdad, la inclusión o la diversidad. Estos conceptos deberían ser la base de cualquier equipo y el modelo de referencia para cualquier ambiente profesional.

Afortunadamente, cada vez más empresas son conscientes del valor de las personas, posicionándolas como el principal activo de sus organizaciones. El capital humano es la fuente y el motor de cualquier compañía, y como tal, es imprescindible cuidarlo. Existen una serie de conceptos que hay que reconocer y que pueden potenciar y desarrollar esta empatía laboral. Veamos algunos ejemplos:

Escucha activa

La comunicación es clave dentro de cualquier equipo. Independientemente del puesto de trabajo o la posición que se ocupa dentro de la jerarquía organizacional de la compañía, fomentar la escucha activa puede mejorar la comprensión del grupo. Entre compañeros/as, es importante valorar y reconocer las perspectivas de nuestro entorno. Cuando hablamos de liderazgo, la escucha activa también se convierte en un recurso óptimo para evaluar las necesidades del equipo y promover una comunicación bidireccional que ayude en la resolución de conflictos y la construcción de relaciones saludables.

Reconocimiento

Valorar y mostrar gratitud, celebrando los logros de equipo, permite comprender el esfuerzo y admirar la dedicación de cada trabajador/a. Fomentando este reconocimiento, es posible empatizar con las motivaciones de cada empleado/a, para proseguir con un modelo de trabajo que contribuya en el desarrollo profesional y la productividad.

Inteligencia emocional

Esta habilidad permite gestionar de forma adecuada las emociones propias, factor que resulta también importante para poder fomentar la empatía e incorporarla en el terreno laboral. La capacidad de autoconocimiento y autorregulación de las emociones, ayuda en el desarrollo y mejora de nuestra conducta y comportamiento, generando así también empatía con el resto de personas.

Actividades de equipo

La colaboración dentro del ámbito laboral es indispensable para la formación de equipos eficientes. Organizar actividades dinámicas que incluyan la participación del personal, ayuda en la comprensión de los demás, aporta nuevas perspectivas, fomenta la creatividad y la innovación y mejora la comunicación. Estos conceptos resultan también indiscutibles a la hora de progresar hacia un entorno donde se prioriza la empatía laboral.

En resumen, fomentar un ambiente laboral saludable debería ser un propósito constante dentro de cualquier empresa. Para ello, es importante trabajar a nivel corporativo, pero también a escala personal, incluyendo interés por el desarrollo de la propia empatía. Esta habilidad es una de las más significativas como personas, y es capaz de generar grandes beneficios si se incorpora en cualquier aspecto de nuestra vida personal y laboral.

Tener en cuenta la empatía laboral es, por lo tanto, uno de los conceptos más elementales para una dinámica de empresa y de grupo eficaz. Mejorar nuestra comprensión de los demás, puede hacernos mejorar como personas y como profesionales, construyendo espacios de trabajo justos, éticos y responsables.

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Autora: Érika Pérez

Imagen: www.freepik.es

Empatía laboral y la habilidad de construir un entorno de trabajo saludable