Dedicamos gran parte de nuestro día al trabajo. Por ello, cuidar y motivar un ambiente laboral saludable y gratificante, marca la diferencia entre una empresa con éxito y una compañía poco productiva.

 

En este sentido, un clima laboral hostil puede afectar gravemente al rendimiento del equipo humano de tu organización. Las fricciones constantes entre compañeros, los comentarios inapropiados o las actitudes que afectan negativamente al grupo, son señal inequívoca de que algo no funciona. En relación, detectar este tipo de situaciones será determinante para poder hacer frente al problema. Una persona que ha perdido el interés o modificado su conducta y relación con el resto del equipo, es sin duda un trabajador insatisfecho con su entorno laboral.

 

Poner atención en los aspectos que te comentamos a continuación, puede ayudarte a promover y gestionar un entorno de trabajo saludable:

 

Liderazgo 

 

Algunos aspectos del clima laboral escapan al control de los trabajadores. La jerarquía dentro de las empresas y la posición de los superiores en la estructura organizacional ejercen gran influencia en el equipo de trabajo. Las acciones y actitudes de estas personas pueden tener consecuencias muy positivas en la productividad del equipo, pero también afectar de manera negativa en los resultados de este.

 

Por ello, elegir un estilo de liderazgo transformacional, capaz de influenciar de manera optimista en las expectativas y motivaciones de los empleados, puede beneficiar al bienestar de todo el conjunto y contribuir al desarrollo de un entorno favorable para tu empresa.

 

Comunicación

 

Mantener una buena comunicación dentro del ámbito de la organización potencia no solo un sistema de trabajo eficiente, sino que eleva el compromiso y la adaptación del personal de tu empresa.

 

Los problemas en la comunicación interna representan uno de los principales motivos de estrés y malestar entre los individuos. En este sentido, la falta de transparencia empresarial, la ausencia de información y los mensajes discordantes entre responsables y directivos, pueden repercutir y desconcertar al equipo, contribuyendo a crear un ambiente difícil e ineficaz.

 

Motivación

 

Este es uno de los elementos que marcan la diferencia entre un entorno sano y un ambiente tóxico. Aspectos como la alta tasa de rotación de personal, el estancamiento profesional o la falta de objetivos y expectativas laborales, empujan a las personas a una desmotivación latente, que desemboca en un entorno laboral improductivo.

 

Por consiguiente, es importante mantener unas buenas pautas de trabajo que garanticen la organización en cada departamento, posibilitando el desarrollo de las personas en su puesto de trabajo, incentivando y reconociendo su desempeño y potenciando su crecimiento y formación dentro de la compañía.

 

Reconocimiento

 

En un ambiente laboral tóxico, los individuos se sienten como herramientas de trabajo, lo que les aporta una ansiedad e impotencia que hace crecer esta toxicidad. Tal como veíamos en el apartado anterior, la motivación es fundamental para la productividad de la empresa.

 

En este aspecto, el reconocimiento tiene un papel clave. Cada persona tiene una tarea importante dentro de la compañía, por ello, es crucial saber reconocer, tanto independientemente como a nivel grupal, la función de cada uno de los miembros de la organización.

 

Valores

 

La cultura y la filosofía de empresa pueden repercutir de forma negativa en tu personal. Una cultura de trabajo adecuada se ha de basar en una serie de valores compartidos, que sean beneficiosos tanto para el negocio como para tu equipo. La diversidad, igualdad e inclusión son elementos imprescindibles para garantizar un entorno de trabajo idóneo. La ausencia de estos valores sociales puede repercutir negativamente en la igualdad de oportunidades, incrementar el desequilibrio entre trabajo y vida personal, o aumentar el estrés y la ansiedad de tu equipo.

 

Por esta razón, es necesario fomentar una cultura empresarial donde la Diversidad, Equidad e Inclusión sean clave y estén presentes en cada una de las prácticas y políticas de la empresa, promoviendo y garantizando así un entorno laboral ético y justo.

 

Autora: Érika Pérez

Imagen: www.freepik.es

Claves para promover un entorno laboral saludable